
H♀ola mujer sabia
27 febrero, 2017El amor es tan diverso que es difícil no encontrarlo en cada uno de los aspectos de nuestra vida cotidiana. Cuando hablamos del amor entre parejas, del amor por las relaciones de sangre, de el amor entre amigas, del amor propio, nos preguntamos ¿de dónde vienen estas clases de amor? Esta pregunta no se puede contestar sin considerar el lugar donde se manifiestan nuestros amores:
La Tierra. Las humanas y los humanos somos seres de amor ¿Porqué? Porque las humanas y los humanos somos seres de La Tierra.
La Tierra esta viva
En estos días se habla de La Tierra como un organismo vivo y se le llama Gaia, nombre de la diosa Madre Tierra. Esta idea sobre La Tierra resulta ser una mejor idea que la que considera a La Tierra como una fuente de recursos inanimada y explotable. La idea de la Tierra viviente se puede experimentar. La próxima vez que camines sobre La Tierra, imagina que estás caminando sobre la piel de un ser vivo. Imagina que las corrientes de agua de los ríos y arroyos son la sangre de este Ser. Imagina que el aire que respiras es su aliento. Este experimento sencillo creará en ti una experiencia sorprendente que te resultará difícil mantener por mucho tiempo. Una vez tienes esta experiencia resulta más fácil entender que Gaia, la Madre Tierra es la fuente de nuestro amor. De la experiencia surgen preguntas como: ¿quiénes somos? Acaso somos parásitos viviendo de este organismo como viven las moscas sobre el lomo de un caballo. ¿ Seremos parte de su Ser? Nuestra conciencia, ¿será una expresión de la de Ella? El desarrollo de nuestra individualidad y libertad para amar, ¿será una expresión de la Sabiduría de La Tierra, transformada en amor humano?
Imagina alguien incapaz de desarrollar la fuerza y energía del amor. Al imaginar a esa persona la podemos describir usando imágenes de La Madre Tierra como alguien seco en su interior, sin manantiales que refrescan y limpian el ambiente; como alguien a quien le falta el brillo de los colores de la alegría y la primavera; alguien que no tiene energía para florecer y que no da frutos que nutren , sostienen y dan semillas para continuar el ciclo de la vida. Esta fuerza y energía del amor está en Ella y se hace conciente en nosotros al estar en comunión con La Tierra como organismo vivo que nos muestra el camino del balance, de la armonía, de la interdependencia y del amor.
El amor en comunidad
Con este entendimiento, entonces decimos: somos de Ella, del Ser Tierra en su manifestación conciente. Somos la cualidad de la conciencia de Ella que es la cualidad del sentimiento y de la cordialidad, del pensamiento amoroso y de la acción sabia. Y esa conciencia la podemos desarrollar todos los seres que vivimos en Ella cuando honramos nuestras comunidades. Si intentamos retenerla sin devolverla en nuestras relaciones amorosas, se desvanece o se convierte en conflicto y separación. ¿Porqué? Porque nuestros amores se manifiestan en Ella y son manifestación de Ella. Gracias Madre Tierra.